Barro, tal vez...

En estos días me han atormentado las dudas, no sé si tomé una buena o una mala decisión para mi vida y eso me tiene con el corazón en la mano, y las noches se han hecho eternas, no sé si la cagué con K mayúscula, con K de Karen, pues se trata de mi vida. Cuando una tiene que tomar decisiones pueden pasar muchas cosas, y como les he venido contando, estoy en este plan de comprender mi nuevo lugar en el mundo y tomar decisiones afines a mis nuevas prioridades. Eso de por sí es una novedad, reconocer que tengo prioridades, pues en el curso de mi vida el barquito se movía en función de la corriente y pocas veces tomé el timón con decisiones muy firmes. Las noches de insomnio y las miles de dudas son la cuenta que estoy pagando hoy, 25 de mayo, por haber tomado una decisión y haberla manifestado por escrito... le dije que no a un trabajo que parecía ser el curso más normal y natural que debía dar en la vida, el paso más previsible, pues siempre, siempre, el trabajo estuvo por encima de todo...