Un fulano de Bumble

Como conté hace unos días, hice una incursión en Bumble, una de estas aplicaciones de citas que parecen ser la única manera de ampliar círculos sociales o de "ligar" como dirían los españoles. Fue un pésimo experimento, pues de lo que se cosechó, realmente no quedaron buenos sabores... Aunque no, la verdad es que sí, hay un buen sabor, el de la lección aprendida. Resulta que uno de los fulanos parecía estar interesado y nos vimos varias veces... Hasta que no nos vimos más. La historia es breve, muy breve, demasiado breve para ser memorable, pero vale la pena revisarla... Este fulano parecía una persona muy interesante, yo honestamente no sé qué me atrajo tanto, pero lo que hace, sus intereses, lo poco muy poco que supe de él me parecía fascinante y me daban ganas de mucho más que los encuentros casuales que él propuso... Yo, en mi cabeza loca, proyecté una historia y unas expectativas que claramente no correspondieron con la realidad, y cuando me enfrenté a la primera planta...