Ocasionario
Anoche salí a verme con algunos amigos, a un par de ellos no los veo con mucha frecuencia, y, una de ellas, es alguien con quien he tenido algunos desencuentros. Pero la noche, sin pensarlo, fue linda, comimos bien, nos reimos hasta que nos dolió el estómago, y por bobadas, las mismas de hace 26 años. También hablamos de cosas trascendentales, de tragedias, de política, de historia (Stefan, Amada, Ana, entre otros amigos, son historiadores, y siempre le dedican un rato de la noche a ponernos al día en temas que no están al día hace siglos). Es entretenido "parchar" con mis amigos, me hacen reír, me hacen sentir cómoda, me hacen sentir querida. Aprendo de cosas de las que no sé nada, y, algunas veces, arreglamos el mundo en una sentada a conversar. La verdad el evento de anoche ni siquiera fue planeado, pero, como tenemos racionamiento de agua, y hoy nos tocaba el mismo turno por ser vecinos en esta "comarca", la vaina se dió, y fue bonito. Amada nos estaba contando...