La primera línea de la propia vida...

Karen querida, deja de darte tanto palo, por favor. Deja de pensar en todos los peores escenarios. Por favor, Karen, deja de darte palo. 

Estas cartas que te (me) empecé a escribir hace un tiempo, tienen el propósito de ayudarte a poner en perspectiva tanto miedo y cucaracha que controlan tu mente hace ya varios meses. Mira, Karen, la vida es del color que le pongas, porque se pone bonita y se pone fea, y eso es inevitable, pero todo lo que ocurre en el mundo no es, ni debe ser, una afrenta hacia ti. 

Entiende, Karen, que el cielo azul sigue detrás de las nubes que hoy te agobian. No lo olvides. Pasemos este trance del duelo y aprovecha para poner un poco más la casa en orden, porque ahora que tu papá se fue y que has decidido asumir una amorosa distancia en la relación con una parte de tu familia, debes tener mucha más seguridad, porque estás tú en la primera línea de cuidado de tu propia vida, no hay comodines, no hay amortiguadores externos, estás tú y nadie más que tu para defender y cultivar el amor propio. De ahí en adelante, querida Karen, todo será más fácil. Sin el ánimo de retomar y reciclar discursos existenciales, una vez recuperes el poder del amor propio vas a ver, mija linda, como todo lo demás es más fácil. Lo primero y más importante, crea la Primera Línea y eso lo debes hacer cogiendo fuerza en el centro de tu vida. Párate derecha, levanta la cabeza, corrige la postura y reconoce todo lo que eres. Afirma y reafirma a cada una de tus células de qué estas hecha. Recuérdale a cada rincón de tu cerebro todo lo que has hecho, construido, explorado y logrado. Párate firme sobre la seguridad de todo lo que has recorrido para ser la mujer que eres y deja de menospreciar tu SER. Tu existencia irradia luz a quienes te rodean, cuando brillas, no cuando te opacas. Y lo más importante, tu existencia debe ser el principal y primordial motivo de felicidad y de amor para ti misma, quita la cortina, limpia las telarañas y mira al frente, que la vida es ahora. Sé la primera línea de defensa de tu vida, sé la Primera Línea de tu propio amor. 

Nada te falta. 


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