Pachamamicas visiones

Hoy empezó la fase de la luna llena. Hoy me he sentido algo incómoda todo el día, algo desajustada, me estaba sintiendo mucho mejor en general la semana pasada, y un día de estar bajita de nota me hace sentir que me devuelvo en el proceso. Sin embargo, hace unos minutos noté que el cielo se había despejado y que la luna brillaba, grande, blanca, redonda, con un halo de luz azulada alrededor, y por primera vez en mi vida entendí el impulso de algunas de mis amigas de aullarle a la luna. Esa expresión, el AAUUUUU, que muchas de mis amigas y algunas de sus amigas utilizan para referirse a ciertos temas en los que nos referimos a la mujer salvaje, o como reafirmación de ciertas cuestiones, sobre todo en conversaciones sobre el feminismo y nuestro camino en este mundo como mujeres, la verdad me era una manifestación ajena, un poco incomprensible. Pero hoy, vi la luna, le agradecí su luz y su fuerza, le pedí a ese cuerpo que ilumina el sol y que representa lo infinito de este universo que me ayudara en este proceso de estar más centrada en mí. Le pedí, le afirmé y me prometí, que cuando necesite cariño me lo voy a dar yo, que cuando necesite amor me lo voy a dar yo, que cuando me sienta sola recordaré que soy mi mejor compañía. Me prometí ante la luna, después de aullar, que el amor que me hace falta lo voy a manifestar desde adentro, que esa tristeza que me acompaña se va a ir diluyendo con el cariño y el cuidado que me voy a seguir ofreciendo. Siento que así, todo lo demás que venga, será bien recibido y celebrado, porque no vendrá a llenar agujeros negros, sino a acompañar una luz que ya está en mi. 

El tono de esta entrada es absolutamente pachamamico, me siento hoy conectada con algo que no conocía y no entendía. No creo que me esté transformando en nada nuevo, solo creo, solo espero, solo confío en que se esté manifestando ese amor propio que ando buscando para llenar el gran vacío de mi padre, y el gran vacío que me había dejado yo misma al descuidarme tanto por poner tanta atención sobres otros y otras. En mi caso voy entendiendo que este camino del amor propio y el autoreconocimiento tiene mucho que ver con el reconocimiento de mi ser Femenino, de explotarlo a mi favor y poner todas esas cualidades del cuidado y la entrega a favor de mi sanación, la mía primero que la de nadie más. Me estoy dando ese regalo. 

Hoy me concedo este momento pachamamico de conexión espiritual con la luna y todo lo que representa. Si afecta a las mareas, por qué no me puede mover a mí, tan humana como soy. 

AAAUUUUUUUUU.... y que no me oigan los vecinos, porque ahora sí me sacan del barrio, porque además de pelear porque quieren tumbar y podar los árboles del frente ahora les voy a resultar animago, mejor me guardo. El camino del feminismo es un camino de sanación,  gracias a mis amigas que me han enseñado tanto sobre la mujer salvaje, miren, la estoy encontrando y es ella la que me está salvando.

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