Páguele al negativo
Ayer fue un día diferente...
Ayer tuve la fortuna de recibir
a dos de los seres más amados de mi vida en mi casa (Carmi y Anita), estoy
segura que el Universo me las mandó ayer porque sabía que las iba a
necesitar. Fuimos a comer a un lugar muy rico, conversamos, confesé situaciones
que les había escondido porque sabía que no era buena idea y sabía que me lo
iban a reprochar, pero que va, todo pasa por una razón, cada vez estoy más
segura de ello. Lo bueno de la charla es que esta vez tenía la posibilidad de
contar que por primera vez en la vida estaba logrando darle la vuelta a las
situaciones y actuar desde otro lugar, como lo dije en la entrada anterior,
voy viajando a otra orilla.
Ayer tomé algunas decisiones
funcionales. Llevo ya varios días observándome, haciendo consciencia de mis
reacciones, de mis acciones, de mis actitudes y mis pensamientos. Si les digo
la verdad andaba vibrando bajo y reaccionando con desesperación, lo bueno es
que pude notarlo más pronto y también pude tomar medidas.
Ayer di un paso que hacía mucho
no daba, decidí cuidarme, decidí no ser una víctima, decidí tomar las riendas
de la vida y comenzar a conducirla a donde yo me sienta bien y tranquila.
Ayer comencé a probar algo de
libertad, siento mucha tristeza, pero siento también mucha libertad.
En la noche, conversando con
agua aromática en la mano antes de dormir, Carmi me habló de un consejo que
recibió una vez de una de las abuelas medicina con las que ella trabaja, esta
sabia mujer le recomendó que para limpiar el camino en una situación difícil le
hiciera un "pago al negativo"... me costó entender, pero después tuvo
mucho sentido. Pagarle al negativo significa reconocer que en el dolor hay
información, que en las situaciones adversas hay oportunidades, que cuando nos
perdemos también tenemos la opción de encontrarnos. Recordé que en uno de los
libros de Tich Nath Han leí un día de mucha tristeza que había que honrar el
lodo porque sin el lodo no hay lotos, agradecí entonces a lo negativo que ha
pasado en estos últimos años, al dolor, a las pérdidas, a lo dura que se puso
la vida en un momento, porque de no haber sido así, yo ayer no habría podido
dar el paso que di, que significa poco para la humanidad, pero representa todo
para mí.
Hoy le hago un tributo al
negativo, lo honro y lo agradezco. Esta entrada es mi manera de pagarle al
negativo, porque entiendo que lo necesitaba y que me sirvió.
Gracias infinitas al lodo en el
que estoy plantando las semillas de mis lotos.
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