Me libero de mí

No sé cómo ponerle a esta entrada, se me han ocurrido tantas cosas desde hace varios días que no sé ni por Dónde empezar... así que haré como dice Judy, jalando un hilo a la vez, porque la maraña sigue enredada, aunque ya no está dando vueltas en las garras de un gato. 

La clave de la tranquilidad y la paz está en el control de la mente y de los pensamientos rumiantes, lo dijo El Budha Sidarta Gautama, lo dijo Tao, lo dijo Jesús, cada uno en su estilo y desde hace más de 2 mil años. Lo dicen ahora los científicos de Harvard y otras universidades que estudian la neuroplasticidad, esa condición del cerebro que permite que uno, como no, cambie su estructura mental. Y se puede. Se puede vivir libre de dramas, lo que pasa es que implica hacerse cargo de la propia vida, de absolutamente todo lo que pasa en la propia vida, y eso no es fácil, porque es más fácil andar por ahí culpando al clima y al marido de la mala suerte que nos ha tocado... Estoy convencida, y se me puede venir el mundo encima, de que no existe la mala suerte, ni las malas rachas, sino que eso se trata de malas decisiones y además de mala actitud ante las cosas que pasan en la vida. La muerte es una condición de la vida, el cambio es una condición de la vida, la incertidumbre es una condición de la vida, y nuestra insistencia en el control nos hace débiles, y nos encarcela en nuestro propio sufrimiento. Hoy, ayer, anoche, me condené, por un rato, a la cárcel del sufrimiento. Y no me gustó verme en esa condición, por eso hoy me dije, no, vamos a hacer las cosas distinto, porque la vida no se cansa de ponernos a prueba a ver si por fin damos el salto y llegamos al siguiente nivel de aprendizaje. Cuanta ligereza me ha ayudado a conseguir esta forma de ver el mundo, no ha sido fácil, no estoy del otro lado, pero qué agradable se siente ser libre de uno mismo. 

Hoy me declaro libre, libre de mi misma, libre de mis sufrimientos. 

Realmente, en la vida: si es pa uno ni por que se quite y si no es pa uno ni porque se ponga...y repetimos hasta que aprendemos la mejor lección o hasta que nos paramos de manera coherente con quiénes somos o en quiénes nos vamos transformando....


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