Cuídate, Karen, Cuídate
Los caminos nunca son rectos y perfectos. Tienen curvas, desvíos, piedritas, huecos, baches, árboles que nos refrescan. Cualquier camino tiene subidas y bajadas. Cualquier camino tiene momentos de calma y momentos de angustia y preocupación.
A veces tropezamos con piedras que nos recuerdan donde debemos poner la atención, en el camino, en el camino propio, y volver a cuidarse.
Cuídate, siempre vigente, siempre importante. Hay algunos tropiezos que nos recuerdan dónde vale la pena poner nuestra energía, nuestro tiempo, nuestra belleza.
Hoy me escribo esto como un recordatorio.
Vuelvo a mí, me recojo, me reviso, me cuido, me protejo como un templo.
Me cuido.
Comentarios
Publicar un comentario