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Hace unos días me di una pasada por una app de citas, una que en teoría es menos boleta que Tinder, y en la que la gente busca de verdad conocer a otras personas para algo más que convertir sus cuerpos en repositorios de su energía sexual, su ansiedad o sus frustraciones. La verdad me divertí como una semana y después el gesto mismo de descartar personas y de pensar en que yo misma estaba siendo descartada me generó angustia y ansiedad. La cosecha de mi paso por la App son unos cuantos personajes con los que estoy hablando, vi a uno que al parecer desaparecerá de mi vida, vi a otro con quien hablo con una tranquilidad deliciosa, y hablo con otro que es como un nuevo mejor amigo con quien concluimos que ninguno de los dos está listo para este mercado de la carne. Para meterse a una App de estas hay que tener muy claro que la mayoría de personas solo busca encuentros casuales y para eso hay que tener un cuero muy curtido. Yo, honestamente, no sirvo pa´ eso. Me cuesta mucho tratar a las personas como vestidos en un almacén, probar y decir: "no me lo llevo" ... yo no puedo. Me cuesta hacerlo y me duele que lo hagan conmigo. Mi ex vive su vida así y honestamente no sé cómo hace, siento que su vida está vacía, o depronto así es feliz, o no sé, yo no soy feliz en el mundo del descarte. Las relaciones en las App de citas comienzan por el deseo, por la necesidad de satisfacer la energía sexual, y después, a veces, logra uno llegar a una persona. En la vida de antes, cuando uno conocía personas en la calle, primero llegaba la persona y después el deseo y la necesidad. Es otra manera de relacionarse y me parece que deja vacíos para quienes no sabemos actuar sin involucrarnos con una persona, no solo románticamente, sino empáticamente con el ser humano que hay detrás del cuerpo.

El punto grave de este asunto de las Apps es que las mujeres vamos en franca desventaja porque tenemos demasiadas creencias en la cabeza sobre la idea de la pareja y porque la presión social cuando una es soltera es algo que incomoda. Tal vez eso de la empatía que menciono antes es parte de esas creencias y tal vez a las mujeres nos crían para ser más empáticas. No sé, el caso es que tengo una amiga que está pasando por un momento de revisión muy profunda y también se metió a esta app, de hecho era divertido ver que nos salían los mismos manes, pero hace un par de días uno de estos galanes de cinco pesos la invitó a una cita, la pasaron delicioso, hubo buen feelling y cuando ella quiso buscarlo para saludarlo el día siguiente el tipejo la había bloqueado de todas partes... Me duele saber cuánto la afectó y la entiendo. Es una sensación que se parece al dolor de estómago con ganas de llorar y de botarse por un barranco. El descarte es una sensación horrible, como lo dije en otra entrada, parece que las mujeres necesitáramos que nos elijan, porque de eso depende nuestra validación social. Ser elegida por un man para ser compañera, madre, esposa, es terrible cómo la validación de un desconocido puede tener tanto peso en nuestras vidas... hace unos pocos días ese tipo no era nadie en la vida de mi amiga, nadie, no existía, y desde el domingo le robó la tranquilidad y la calma. Y yo entiendo que en el fondo no es ese bobo, sino la mentalidad y la presión con que nos crían, esa necesidad de validación externa, ese puto miedo a no ser elegidas, a ser descartadas. Es horrible sentirse así, yo estoy batallando desde hace unos meses con esos sentimientos y tratando de poner toda mi energía en mí, en priorizarme, en sacarme a bailar, en verme más bonita, por y para mi, no para nadie más y menos para mi ex pareja a quién dejé de esperar hace 5 minutos o menos. La vida se trata de cómo la vemos y cómo vivimos cada cosa que nos pasa, al parecer a las mujeres nos toca reaprender una lección y es que el amor propio es lo primero y lo más importante y que toda la energía vital que se llevan los manes la debemos invertir en nosotras. Insisto, el autoconocimiento y el amor propio son la salida y el camino a la libertad. La libertad para mí es salir de la cruz que implica necesitar la validación de un otro para encontrar paz y sosiego. La libertad, para mí, hoy, es acostarme a dormir tranquila y aprender a estar sola sin necesitar ni esperar la validación de nadie, ni los mensajes de nadie, ni las declaraciones de amor de nadie. También lo he dicho en otras entradas del blog/terapia, mis amores de la vida son mis amigas, los manes, son transitorios y no merecen que les entregue mi paz. 

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