Libertad
El 14 de Junio del 2004 la comunidad del Corregimiento Libertad en San Onofre, Sucre, dijo "Basta" y en una acción de resistencia, dio de baja a uno de los Miles de paramilitares que patrullaban esa zona. En los años 90 los paramilitares hicieron lo que les vino en gana con la población de los Montes de María, y en particular en el Municipio de San Onofre, la gente tuvo que aguantar por muchos años la crueldad y la sevicia de alias "Cadena", un hombre que ordenó desde masacres hasta violaciones de menores, en la mayor impunidad posible, bajo la mirada pasiva de todo el país, con el conocimiento de las autoridades y los gobiernos, tal vez enviados por ellos mismos. El 14 de Junio del 2004 Libertad dijo: "¡Basta!".
Hace unos días tuve el honor de conocer ese lugar de este país tan particular que es Colombia. Los Montes de María están llenos de historias de terror, muchas de ellas documentadas, pero a pesar de haber leído varias, yo, personalmente, solo he podido dimensionar las magnitudes de esta guerra leyendo el territorio y el paisaje, caminando, andando. En algunos ejercicios de cartografía que hice en la maestría pude entender cómo operó la guerra en esa región, pude entender cómo la tierra es la motivación primaria de este conflicto, pude entender cómo las tierras incoradas fueron las únicas que se salvaron del acaparamiento y todo lo que lo antecedió. Muchas personas lo han escrito, he leído al respecto, pero la lectura de la geografía y del paisaje tienen la virtud de ayudarme a entender mejor las dinámicas territoriales. Voy a tratar de describir lo que encontré.
Para llegar a Libertad hay que llegar primero a San Onofre. El acceso es por una vía que están pavimentando y que en realidad se encuentra ahora en buen estado. Yo viajé desde El Carmen de Bolívar, sobre la troncal que conduce a Cartagena hay que doblar en la Cruz del Viso, un punto de referencia en esa ruta que tiene un restaurante bastante bueno para el que transita por ahí. Se comen buenas arepas de huevo, con su buen suero. Allí comienzan a encontrarse las poblaciones afro de María La Baja y San Onofre. La entrada a Libertad es por un pueblecito pobre de nombre Pajonal. Me llamó la atención que la primera construcción en buen estado es la discoteca "Los Recuerdos de Ella", un clásico de Diomedez que ahí les dejo pa' que lo disfruten...https://youtu.be/7m5r6TQoPPY
En Pajonal una señora nos
avisó que estábamos como a una hora de distancia de Libertad. La vía está destapada y
amenazaban las nubes negras en el cielo, pero seguimos el camino para cumplir la cita. Entre el
primer pueblecito y el segundo, el paisaje lo conformaban montañas, parches de
bosque seco, potreros con buenos pastos, ganado de muy buena calidad, unas
cercas en muy buen estado, con postes de buena calidad, bien sostenidas, con
varios pelos de alambre, postes muy bien pintados, todos comprados por fuera, parejitos. Las cercas que no eran de alambre de púas
eran eléctricas, y al fondo de los potreros se veían grandes ranchos de paja. Llegamos
al segundo pueblo y la persona que nos indicó el camino era una mujer sin piernas que se
arrastró por la terraza de su casa para contarnos que estábamos como a una
hora. Otra hora más, pensé yo, y la nube se acercaba. Néstor, el conductor que nos acompañaba, me dijo: "Eso es allá en
ese copito, donde se ve esa antena, los pueblecitos están donde están esas
antenas". Yo me atreví a desafiar la lógica de Néstor porque para mí las antenas las ponen donde están los pueblos, pero el orden de los factores altera muy poco ésta historia y en últimas, Néstor es observador, además de ser budista y taoista por naturaleza (un día le pregunté por sus miedos y me dijo que eso no existía, que eso eran ideas de uno, no puede tener más razón). En fin, seguimos el camino, el paisaje era el mismo, estas enormes
extensiones de tierras ganaderas muy bien mantenidas, con algunos parches de
bosque seco, y al fondo, me imagino yo, el mar.
Cuando llegamos a la antena
llegamos a Libertad, como lo anticipó Néstor. Fuimos a reunirnos con una Asociación de mujeres que trabaja temas
agrícolas. Ellas nos contaron cómo habían decidido resistir y cómo, durante 7 días "a
fuerza de palos y piedras", los hombres patrullaban y las mujeres hacían café para que todos
soportaran la zozobra del aguante y el miedo. Mataron uno, quizás más, de los hombres más crueles que habían pisado su tierra. Se opusieron, se enfrentaron a ellos, porque no querían una agresión más. Una población afro, desesperada del abuso y
la violencia de toda clase de los paramilitares, decidió decir !basta! con nosotros
no juegan más. Después de haber matado al personaje los demás paras arremetieron, para evitar una masacre mayor el ejercito intervino. Con el tiempo llegaron las negociaciones de paz, las cosas se fueron calmando, los paras se
desmovilizaron, o al menos en ese momento. A Libertad han ido varios presidentes, el Papa, muchos
comisionados de paz, defensores del pueblo, muchas personas que han trabajado
por traer la paz a este país. Sin embargo, en ese pueblo que nos dio a todos una lección de
resistencia, falta lo mismo que falta en todos: agua, educación, salud, vías de
acceso, oportunidades laborales... es decir, la violencia estructural sigue
existiendo, y seguirá hasta que todos en este país digamos: Basta!. Ojo a este dato, el 89% de las mujeres de Libertad fueron víctimas de agresiones sexuales. Son muchas razones para decir Basta! No sé cómo esas mujeres han aguantado tanto... Me ayudan a poner mi propia vida en perspectiva y les agradezco. Nadie, ningún lugar, ninguna familia, ninguna persona, debería cargar encima con este tipo de vivencias.
Las fincas siguen adornando el paisaje de llegada a poblaciones empobrecidas de campesinos aguantadores que no tienen tierras propias para sembrar comida, parece un chiste, un trabalenguas, pero no lo es, nunca lo ha sido, es la realidad, y sigue vigente.
Y como siempre, después de mis reflexiones sobre cada día y cada experiencia, me queda esto en la cabeza: La libertad consiste, creo yo,
en decir basta, a las creencias, a las situaciones que nos hacen daño, venga de
quien venga, hay que decirle Basta y hartarse hasta de uno mismo para salir de una situación
de sufrimiento. Libertad le dijo No más a los paramilitares hace casi 20 años, pero las situaciones estructurales que permitieron esa situación no han cambiado mucho.
¿Qué tendrá que cambiar para que cambiemos?
¿Qué tendré que aprender yo para salir de mis propias situaciones de sufrimiento?
Habrá que aprender a decir Basta!
Por alguna razón hay una Estatua de La Libertad en la plaza del pueblo... De todo se ve en esta vida...
Comentarios
Publicar un comentario