KLAUDIA

Hace unos años, en mi vida en Macondo, conocí a una mujer que trabajaba, como yo, en un Programa de conservación del bosque seco tropical. Su oficio, la antropología, su trabajo, conocer, entender y documentar las tradiciones culinarias, los saberes locales para la conservación de semillas, la recuperación de recetas y usos de productos locales, de esos que se han ido perdiendo por los afanes del mercado. Ella se llama Klaudia, y este es mi humilde reconocimiento público a su labor y al amor que nos entrega a todos los que la conocemos y tenemos la fortuna de cruzarnos con ella en el camino. Incluida la naturaleza. Klaudia es una mujer de ojos y palabras alegres, con una mirada amorosa y una capacidad de escucha que en pocas personas he encontrado. Gracias a ella descubrimos (nosotros los cachacos que haciamos parte del equipo del proyecto) que había más de 16 variedades de frijoles, más de 8 de ñames, más de 7 de plátanos y jijuemil frutas y verduras que en la vida habíamos...