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Crisis Existenciales

Ustedes perdonarán la intensidad, pero en momentos de crisis existenciales no hay como la escritura. Al menos para mí ha resultado ser un salvavidas. Mañana me voy a Lima y agradezco en el alma este viaje repentino que me obliga a salir del país, de mi casa, de la rutina que me está consumiendo. En dos ocasiones había tenido trabajos "estables", contratos con la condición de ir a diario a una oficina a cumplir un horario. La primera vez hace más de 10 años, pero me la pasaba en trabajo de campo, iba muy poco a la oficina y sí recuerdo, muy vividamente, que las tardes en la oficina me resultaban insoportables. Años después, en Valledupar, viví apenas unos meses de esa rutina. Me las arreglé para ir mucho a campo, lo que me ayudaba a estar menos tiempo en la oficina (que los viernes a las 2 de la tarde era un lugar caliente e insoportable) y a los pocos meses comenzó la Pandemia y la historia que ya conocemos todos.  Ahora, justo cuando estamos en estas crisis en el mundo de la...

Los ritos y las mermeladas

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Hoy caminaba con mis perritos en la mañana y sentí el sonido de un Mariachi. Me di cuenta que era en la iglesia del barrio, donde se hacen muchas honras fúnebres. Al finado le estaban dando una última serenata con Mariachis en la puerta de la iglesia, antes de entrar con el féretro al rito de despedida. Hubo varias dedicatorias y palabras sentidas. Yo, que tenía la chaqueta fucsia a la que me mudo los fines de semana porque es cómoda y caliente, trate de hacerme detrás de un arbolito para poder oir los discursos y las despedidas sin que me notaran. El mejor amigo del finado le dedicó una canción y no lloró ni una vez. Alcancé a pensar en que el día que se muera algún amigo (alguno más cercano de los que ya se han muerto) yo no sé si podría cantar sin romperme en llanto. Pero nadie nunca sabe cómo se va a portar en una situación de esas. Seguí caminando por las tres calles que más me gustan de mi barrio y oí muchos pájaros, el aire estaba frío después de un fuerte aguacero de toda la no...

SARA MILLEREY

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Ayer leí una noticia que me estremeció. Debo confesar que leí y vi más de lo que debía, y las imagenes de este crimen me tienen perturbada. Sara Millerey, era una mujer trans que fue brutalmente golpeada por un grupo de hombres en Bello, Antioquia. Después de fracturar sus brazos y piernas la tiraron en una quebrada donde, increible de creer, fue víctima de más crueldad, pues la grabaron pero nadie la ayudó. Cuando los bomberos la encontraron aún estaba con vida, pero poco después se murió.  A Sara, como a todas las demás mujeres víctimas de feminicidio, y transfeminicidio, la mataron no solo ese grupo de personas inconscientes e intolerantes que la golpearon, la mataron los miserables que la grabaron, y todos nosotros en la sociedad, por indolentes, por violentos, por omisión.  Hace unos meses también publiqué una entrada que se relacionaba con un feminicio, uno que pasó en las narices del público en un centro comercial de Bogotá y que, además, estaba anunciado.  No pued...

Los finales felices...

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Qué será un final feliz, me pregunto. Hoy me llegó mi comida a domicilio con un mensaje sobre los finales felices, y me puse a pensar, qué podría ser un final feliz en mi vida en este momento. No se me ocurre nada, la verdad. Quiero cambiar varias cosas, quiero cerrar algunos ciclos, y eso no necesariamente es un final feliz, porque las cosas no son como las imaginaba. Pero la vida no es lo que uno planea, la vida es lo que es y está llena de cambios y de virajes inesperados. La vida no tiene tantos finales felices, eso al menos es lo que uno cree. Uno insiste e insiste en cosas, situaciones, trabajos, personas, que finalmente no eran pa uno, o que eran pasajeras, como todo.  Pensaba en la película de Brigitte Jones, un final feliz porque el caballero se queda con ella, porque la señora divina de quien él habría podido enamorarse resultó enamorada de Brigitte y sus torpezas. Aveces pienso que un mejor final feliz habría Sido que Brigitte superara esa ruptura y entendiera que con el...

The zest for life

La ralladura de Limón es un ingrediente común en tortas, incluso en recetas saladas, que suele darle un toque especial a las comidas. El limón, la canela, la pizca de sal, el "bouquet garnie", el toque de soya, todos esos ingredientes le dan sabor a la comida y cambian un plato soso en algo interesante.  En inglés existe una analogía entre la pizca de limón y el gusto por la vida, The zest for life. Ese es el que aveces se me embolata.  Pierdo a ratos el gusto por la vida, y eso me pone pensativa. Qué estoy haciendo mal para no sentir gusto por la vida? No me gusta hacer muchos más que estar en mi casa, leer en mi cama, ver de vez en cuando una película o estar con mis perros, no me provoca hacer nada más. Honestamente lo demás lo hago con bastante pereza últimamente. Ver amigos, ver familia, incluso salir a comer. Todo ha perdido un poquito el brillo. Sé que hay mucho por lo que debo estar agradecida, pero me hace falta ese gustito por bailar, por ver gente, por conocer cosa...

La Yeba

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Cuando era niña aún se podía jugar en grupo y en las calles de nuestros barrios sin pensar mucho en cuestiones de seguridad. Eran otros tiempos. Yo crecí en un barrio lleno de niños, y todos eran mis amigos. Éramos más de 30 en el mismo rango de edad, creo. Jugábamos, entre otras cosas, a correr y no dejarnos coger por la persona que había sido seleccionada como la Yeba. Según yo. Por años pensé que la Yeba era un animal de la familia de las ballenas. Me tomó años entender que el juego se llama "La lleva" y que quién perseguía a los demás era quien "llevaba" algo que otro le ponía encima cuando lo alcanzaba. Así son los niños, inventan mundos e historias con lo que ven alrededor y acomodan la realidad con lo que no entienden. No tengo muy claro si comparta esta entrada, probablemente lo haga con mis terapeutas, y, creo, estoy casi lista para una nueva ronda de sesiones de terapias varias. Me siento triste por una tusa, porque por octava vez estoy terminando una re...

35 personas contra el mundo

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Esta entrada será larga y enredada, lo sospecho. Comencé a escribirla hace ya varios días, luego de terminar un viaje a la selva, lugar maravilloso donde no iba hace mucho tiempo, al menos no a uno de esos pueblos remotos dónde por años pasé casi todos mis días y mis noches. Desde el día que comencé a escribir esta entrada, y hoy, han pasado muchas cosas en el mundo. Se posesionó Trump, y en dos semanas nos cambió mucho la vida. No solo hemos visto cómo desmantelan una industria de la que por años hemos vivido miles de personas (pasarán de 10 mil a 240 empleados, solo en USAID, sin contar las empresas y miles de ONG que operan sus recursos), haciendo el bien, o el mal, eso está por verse, pero se acabó una era ante nuestras miradas atónitas. Como si fuera poco, y tras el fin de Usaid, llegaron las noticias del fin de la cooperación de varios países que dedicarán esa platica a fines bélicos. Era de esperarse, el nuevo orden mundial así lo requiere - según ellos -. Todo parece indicar qu...